Son estas noches las que te pertenecen, cuando la mejor
versión de mí busca tenerte, son estas noches fresquitas de verano, las que tú
y yo deberíamos estar paseando de la mano.
Estas noches de domingo que dejan de ser tristes cuando
pienso en ti, porque solo con que pases por mi mente tengo mil motivos para
sonreír. Son estas noches tuyas y de ellas tú eres la dueña, estas noches donde
yo me pregunto si tu también es conmigo con quien sueñas.
Son tranquilas y el calor veraniego lo calma una leve brisa,
la clase de noches en las que te haría el amor sin prisas, esas donde se
inventan los secretos de la felicidad, esas noches donde deberíamos querernos como
si no hubiese un día más.
No se como será hoy tu noche, si serás feliz o esta noche de
domingo estás triste, pero te aseguro que mirando este cielo estrellado,
intento oírte, intento interrumpir esta soledad que últimamente compartimos, y
mostrarte que arriesgar para ser feliz merece la pena, y los miedos se superan
mejor compartidos.
En estas noches tranquilas se calma este afán y esta
impaciencia por tu conquista, ahora solo puedo pensar en la madurez de tu
compañía y la calma de tus caricias, solo puedo pensar en inventar entre nosotros
tantos momentos, que tarde o temprano nos envidie hasta el tiempo.
Son estas noches las que quiero guardar para siempre en mi
memoria, para que siempre que te mire recuerde que un día quise que formases
parte de mi historia, quiero guardar este verano y como título ponerle tu
nombre, porque estando cerca de ti he crecido como hombre, es un placer
aprender de alguien como tú en esta vida, y te aseguro que eres la mejor de las
mujeres, aunque a veces te sientas como una niña perdida.
Y aunque estas noches no me eches tanto de menos como yo lo
hago contigo, al menos con estas letras, ya no echarás de menos que no escribo…
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